Una vez se han llevado a cabo las procesos de reclutamiento y selección de personal, las organizaciones realizan la inducción, que es el proceso en el cual se brinda la información de la empresa al nuevo empleado, con el fin de que pueda incorporarse a su puesto de trabajo. En esta etapa se busca adaptar al nuevo contratado o transferido a su nuevo ambiente de trabajo, a su equipo de trabajo y a sus nuevas responsabilidades.
El proceso de inducción cuenta con los siguientes beneficios:
• Aumento en la productividad.
• Disminuir la ansiedad por el cambio.
• Ayudar al nuevo empleado a ser productivo desde el inicio.
• Evitar errores por falta de información, que puedan repercutir en costos para la empresa.
• Aclarar las expectativas del nuevo trabajador.
• Facilitar el aprendizaje.
El proceso de inducción se lleva a cabo a través de las siguientes etapas:
BIENVENIDA: En esta etapa se realiza la presentación con los compañeros de trabajo y se recorren los lugares de uso frecuente en su trabajo.
INTRODUCCIÓN A LA EMPRESA: Aquí se incluye la orientación general a todo el ambiente laboral. Se abarcan temas como los requerimientos del puesto, la seguridad y una sesión de preguntas y respuestas.
SEGUIMIENTO: Esta etapa implica la evaluación y el seguimiento al empleado, las cuales están a cargo del departamento de recursos humanos, junto con el jefe o supervisor inmediato.
A continuación se muestra un proceso de inducción en la práctica:
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